miércoles, 21 de mayo de 2008

Entrevista a Dunia Aguirre, indigena Wayúu.

Muchas Gracias Dunia por aceptar contarnos su historia.

D: Gracias a ustedes por interesarse en nuestros problemas y querer ayudarnos de alguna manera, también por dejarme contarles a el resto de la gente todo lo que sufrimos y las injusticias que se comenten con nosotros muchas veces.

L: Sabemos que es muy difícil para usted, pero queremos saber principalmente ¿porque llegó a vivir acá a Bogotá?

D: Pues mira si es muy difícil porque nosotros prácticamente fuimos desplazados, yo decide venirme porque ya nos estaban molestando mucho, nos decían que estábamos invadiendo territorio que no era de nosotros y la verdad eso no era así porque donde yo vivía he vivido toda mi vida y mis familiares también entonces que yo sepa esa tierrita ha sido siempre de nosotros pero ahora ellos quien sacarnos a todos… Otras de las cosas que me canso, y por eso decidí irme fue la violencia que vivíamos y presenciábamos diariamente sin decirte mentira todas las semanas yo perdía a alguien conocido y hasta familiares.

L: ¿Te refieres a que los mataban?

D: Si la gente del pueblo los mataban por cualquier cosa, ha sido muy duro y yo perdí amigos, conocidos y hasta a un primo un hermano y mi abuela.

L: ¿Por qué los mataron?

D: Yo no se, buscan cualquier excusa boba para desaparecernos.

L: ¿Por qué escogió Bogotá?

D: Simplemente casualidades de la vida, primero pase por Bucaramanga y termine acá no por gusto si no por obligación.

L: ¿Como Vivian ustedes allá?

D: Muy mal. Primero con la constante presión por el territorio, segundo por la violencia, tercero por que la educación para nosotros es muy mala vivimos en pésimas condiciones, el agua es mala y salada la mayoría sufrimos de tiroides precisamente por este problema, la discriminación de la gente y el descuido hacia a los indígenas por parte del gobierno y del resto de la gente y muchas otras cosas más que no me gustaría decir porque son muy feas.

L: ¿Nunca recibieron ayuda de nadie?

D: Supuestamente el gobierno nos a querido ayudar muchas veces pero nunca vemos resultados positivos ni grandes, hay gente que va y nos regala cosas como ropa, comida, etc. Pero nunca nos han ayudado como deberían sobretodo el gobierno que tienen mucha plata y no hacen nada para mejorar nuestra calidad de vida. Nosotros hemos luchado mucho por nuestros derechos, los principales como la educación y alimentación pero no nos prestan atención porque somos indígenas y el gobierno le da prioridad a otra gente, tal vez porque ellos piensan que somos muy ignorantes y nos pueden entretener con cualquier cosa pero por lo menos yo, ya me canse de esa situación.

L: ¿Cree usted que están siendo injustos con ustedes?

D: Pues no se si injustos o no lo único que yo se es que nosotros no estamos pidiendo nada que no nos corresponda ni cosas imposibles simplemente aclamamos nuestros derechos como seres humanos y somos bueno y sentimos como cualquier otro.

L: Tengo entendido que ustedes hacen cosas muy lindas como artesanías y muchas otras cosas más, eso no les alcanza para vivir allá en sus tierras?

D: Si no hubiera tanta violencia en contra de nosotros ni tanta presión por territorio y esas cosas… nos alcanzaría para las necesidades básicas de cada uno pero el problema son los otros problemas… igualmente allá nuestras artesanías y todo lo que hacemos a mano alzada se vende muy barato y cuando yo llegue acá fue que me entere que todo lo vendían como el triple o más de caro.

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martes, 20 de mayo de 2008

EL DÍA A DÍA DE LOS WAYÚU



La situación indígena en Colombia tiene varias causas de orden económico, social y político tanto nacional como internacional que se enmarcan en juegos de poder; en este marco los pueblos indígenas son víctimas de esta dinámica la cual produce en ellos innumerables efectos que inciden en la supervivencia de su gente. En este contexto los pueblos y comunidades Indígenas sufren la violación e infracción de sus derechos colectivos, teniendo que vivir un alto grado de crisis humanitaria representada en masacres, desplazamiento forzado, torturas, desapariciones, amenazas, homicidios, confinamiento, secuestros, reclutamiento forzado, entre otros; producto de la disputa territorial de sitios estratégicos geopolíticos por actores armados legales e ilegales. Lo anterior no existe voluntad política para la garantía de derechos como pueblos, por tanto los derechos fundamentales de los Indígenas también se ven vulnerados.

La comunidad indígena se ha visto forzada al desplazamiento de sus territorios por la acción de grupos paramilitares del bloque norte, cuya presencia se ha incrementado desde el año 2000 y en búsqueda de un total control territorial. Los indígenas han sido víctimas de masacres que han marcado su historia, tal como la masacre de Bahía Portente, ocurrida el pasado 18 de abril de 2004, cuando paramilitares llegaron a la comunidad conformada por 580 personas Indígenas, maltratando, asesinando y destruyendo uno de sus lugares sagrados como es el cementerio que alberga a sus antepasados y que dentro de la tradición wayúu es prueba de propiedad de dicho territorio. El resultado de esto fueron casi 30 desaparecidos entre estos 20 niños en edades de 3 a 12 años de los cuales algunos fueron quemados vivos, 13 indígenas asesinados y cerca de 300 indígenas desplazados a Venezuela y hacia otras comunidades de la zona, mientras que, irónicamente, el gobierno realizaba negociaciones con los paramilitares para consolidar un proceso de paz.

Después de ser víctimas de la masacre de Bahía Portente, la relación entre los indígenas de ambos lados de la frontera, facilitó el recibimiento y la estancia en casa de amigos y parientes ubicados en el lado venezolano. Sin embargo, la mayoría de los wayúu vivían en condiciones de extrema pobreza, los niños estaban muy mal alimentados, habían dejado todas sus pertenencias en su resguardo o en lo que quedaba de el, compartían entre seis familias una pequeña casa, no tenia ropa ni hamacas donde dormir, obligándolos a dormir en el suelo, según ellos como animales. Todo lo que han tenido que soportar los ha hecho cada vez más susceptibles a desaparecer y a pesar de las claras muestras de violencia y discriminación hacia ellos aun no se toman cartas en el asunto y se ven relegados a aguantar y callar para no poner en peligro su existencia.

lunes, 19 de mayo de 2008



A pesar de todas las complicaciones que tienen los Wayuu y todas las cosas tan duras por las que tienen que pasar día a día, existe gente que los quiere ayudar y sacar a delante como comunidad. Anteriormente ya habían existido programas, planes y ayudas por parte de otra gente y el gobierno pero lamentablemente la mayoría de veces no terminan en nada concreto ni se ven los resultados. Esta vez con la ayuda que les quiere brindar la ministra de educación Cecilia María Vélez White nace una nueva ilusión y una nueva esperanza no solo para estos indígenas si no para toda la Guajira y toda Colombia.
El proyecto que viene en camino para esta grandiosa y necesitada comunidad se llama “Plan Decenal” este plan consiste en centrarse más que todo en una mejor educación y formación para cada uno de ellos, así lo afirmo Vélez White "El énfasis especifico a los problemas educativos de los indígena, llegar a poblaciones dispersas con patologías distintas y articular la educación con las necesidades del Departamento, su inserción en el Plan y cuáles son los retos los tienen que definir en La Guajira"[1]
"Aquí existe una interesante contradicción dialéctica que va a permitir que la educación en La Guajira pueda ser mejor a la del resto de Colombia, se debe aprovechar la diversidad étnico-cultural, realizando y aplicando programas acordes a esas culturas y a lo que los niños de esta región requieren en el siglo 21; se deben unificar las necesidades culturales de los Wayuu, Koguis, Arzarios, Wiwas y civilizados, reforzando esos valores étnicos que le permitan a los menores de La Guajira desempeñarse en otras regiones"[2]
Con las expectativas y las ganas que ha mostrado últimamente la ministra de sacar adelante a la comunidad Wayuu, parece que esta vez si va a funcionar las cosas y podrán presenciar un gran cambio para la mejoría de cada uno de los indígenas, aunque nada es seguro y todo podría ser olvidado o cancelado de un momento a otro como anteriormente lo han hecho con los proyectos para estos indígenas, la fe es lo último que ellos pierden al igual que las ganas por seguir luchando y subsistiendo para no llevar al borde de la extinción a esta gran comunidad. El proyecto se llevara a cabo durante los años 2006-2015, esperando que durante estos nueve años los Wayyus logren tener un gran avance y un notable desarrollo dentro de nuestro país. Con esta oportunidad que posiblemente les brinde el gobierno y la ministra Vélez White podrán afrontar un poco mejor sus problemas fronterizos y sus necesidades más angustiantes. Podrán organizarse mejor como comunidad para demostrarle a todo el país que ellos existen, piensan y sienten como todos los demás, que simplemente al pertenecer a otra cultura y tener otras costumbres no quiere decir que no sean importantes y no necesiten los mismo derechos y oportunidades que los demás Colombianos.
Aunque no todos sus problemas lleguen a un fin poco a poco se va mejorando algunas cosas, esto no quiere decir que la gente deje de ayudar y de estar al margen de esta comunidad, es difícil, pero también gratificante ver la mejoría y el apoyo que la gente buena les brinda. La lucha por la supervivencia es parte de la historia de los grupos indígenas de América. La preservación de sus costumbres y la reivindicación de los derechos territoriales, se han constituido como las principales fuentes de conflicto. Esta situación se agudiza aún más, cuando existe una realidad político-social como la de Colombia, además de una continua disputa por territorios y factores económicos, los Wayúu, son solo uno de los tantos ejemplos de los grupos afectados. La realidad de los indígenas en Colombia no es más que la demostración de cómo la violencia trasciende las armas y los campos de guerra y extingue culturas.


2] http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/article-117302.html

domingo, 18 de mayo de 2008

miércoles, 9 de abril de 2008

CULTURA WAYÚU, UNA COMUNIDAD SIN LÍMITES NI FRONTERAS


En Colombia habitan cerca de 80 comunidades indígenas a lo largo y ancho de todo el país. Una muestra de su diversidad cultural son los de 64 idiomas y unas 300 formas dialectales. La cifra de la población indígena asciende a más de 700.000 personas que hacen presencia en los diferentes departamentos del país, especialmente en aquellos que tienen una selva tropical húmeda y espesa. A pesar de su aporte a la riqueza cultural nacional, las comunidades indígenas han sido objeto de injusticias y abusos por parte de los actores del conflicto armado que se vive actualmente en territorio colombiano y más en las fronteras con Venezuela.

Aunque los procesos de organización, asentamiento y lucha de los indígenas se remontan a la época de la conquista española, han tomado mayor fuerza y coherencia en los últimos años en los que se ha intensificado la consolidación de organizaciones de diverso orden con objetivos que representan los principios de unidad, cultura, tierra y autonomía.

Uno de las comunidades indígenas de mayor reconocimiento en el país son los Wayúu. El pueblo Wayúu habita la árida península de la Guajira al norte de Colombia y noroeste de Venezuela, sobre el mar Caribe. Esta constituida por 144.003 personas que se distribuyen de manera no uniforme en su territorio tradicional, es decir, la densidad poblacional es mayor en algunas regiones de La Guajira, que en otras.
La distribución demográfica de los Wayúu en la península está íntimamente relacionada con los cambios estacionales; durante la estación seca muchos Wayúu buscan trabajo en Maracaibo o en otras ciudades o pueblos, pero cuando llegan las lluvias un gran número de ellos retorna a sus casas.

La familia lingüística de la lengua Wayuú es la Arawak. Esta lengua presenta algunas diferencias dialectales dependiendo de la zona de habitación (alta, media o baja Guajira), pero son mínimas. Un buen número de Wayúu, sobre todo los jóvenes entiende el español y lo habla con holgura, pero su lengua materna sigue representando para ellos un factor importante de identidad étnica y cultural.


En junio del año pasado, las comunidades del pueblo Wayúu denunciaron una serie de
Señalamientos y amenazas hacia algunas de sus familias por parte de paramilitares.
Desde el año 2002 el pueblo Wayúu ha sufrido ataques por parte de los grupos paramilitares, que según voceros Wayúu siguen operando en Maicao y en La Guajira. Violación y ensañamiento contra las mujeres, secuestros, más de 200 homicidios, desplazamientos masivos y pérdida de bienes son los casos que más afectan a los Wayúu.

El pueblo Wayúu ha sido un pueblo guerrero, y siempre han tratado sus problemas internamente. Su forma de organización social que es el clan matrilineal, endogámico, en donde los parientes se identifican por la línea materna. Una de sus características es el valor que ellos atribuyen a la mujer y a los niños. Para ellos es un código de honor no involucrar las mujeres ni los niños a la guerra, por ardua que esta sea y esto lo han cumplido a cabalidad milenariamente. Por eso lo que a ellos más les duele es que los paramilitares hayan violado sus símbolos de honor. Pese a las quejas y denuncias que las organizaciones indígenas han hecho, sus voces han sido ignoradas y este problema de orden político- social no ha tenido una solución contundente que les asegure su bienestar y extinga los problemas de violencia en sus comunidades.

Para los indígenas Wayúus, tratar de sobrevivir cada día y no dejar morir su cultura es más difícil que para cualquier otra tribu. Desafortunadamente otro de sus problemas más graves es el desarrollo y educación ya que por un lado sufren con el acueducto, que por la densa cantidad de sal que tienen las aguas en la Guajira no les brinda una buena calidad, estos indígenas son los menos favorecidos a la hora de obtener agua potable. El transporte también es pésimo y la educación que les dan es muy pobre, en consecuencia a esto nadie les brinda la oportunidad de laborar ni de tener un trabajo decente y fijo que les de los ingresos suficientes para subsistir y mantener a una familia completa.

A pesar de todas estas cosas podríamos decir que nada de esto es más preocupante que el maltrato físico y psicológico que reciben diariamente los Wayúus por parte de los grupos armados de Colombia, que rompiendo toda norma de seguridad se adentran en sus viviendas a matar, violar a las personas y los derechos de estas mismas, a robar, humillar, insultar y desplazar a las indefensas tribus. Aquí es donde se ve reflejada la falta de conocimiento, educación y de oportunidades de los wayúus, porque ellos no saben cómo reaccionar ante tanta violencia e injusticias, lo cual denota una cierta ignorancia frente a las acciones que deben seguir para hacer valer y respetar sus derechos.

Algunos indígenas prefieren muchas veces ceder a la presión e irse con las guerrillas para así supuestamente obtener “una mejor calidad de vida con más oportunidades”, sin embargo otros indígenas optan por resistir a vincularse con estos grupos alzados en armas, pero sí guardan silencio frente a los maltratos y los abusos por parte de ellos para “no tener problemas”. Muchos otros terminan abandonando sus tierras y sus casas porque son amenazados y como nadie les da trabajo no tienen como irse a otro lugar ni comprar una nueva tierra o una vivienda; es por esto que muchos se quedan mendigando y deambulando por las calles pidiendo limosna porque les asusta y no se sienten preparados para enfrentar una ciudad más avanzada, que no conocen.

Las consecuencias de todo esto son muy graves empezando por la pérdida de esta cultura indígena que la sociedad no aprecia, ni valora y discrimina con gran indiferencia. Son muchos los problemas que aquejan a la población indígena y que aún no se resuelven, pese a la cruda realidad que estas comunidades indígenas atraviesan, la sociedad colombiana y el gobierno no da muestras de interés por ayudar a la situación fronteriza de estos grupos. Una buena solución podría ser que el gobierno, principalmente, desarrolle estrategias para brindarles una seguridad económica, social, política y que satisfaga las necesidades básicas de toda comunidad como son: comida, vivienda, educación y salud. También se podría incentivar la preservación de la multietnicidad de Colombia y de esta cultura, reconociendo su valioso aporte en un centro cultural que muestre la historia, la importancia y el valor de las costumbres Wayúu y se genere conciencia en la sociedad que los rodea para que esta misma no los lleve a la extinción.