miércoles, 9 de abril de 2008

CULTURA WAYÚU, UNA COMUNIDAD SIN LÍMITES NI FRONTERAS


En Colombia habitan cerca de 80 comunidades indígenas a lo largo y ancho de todo el país. Una muestra de su diversidad cultural son los de 64 idiomas y unas 300 formas dialectales. La cifra de la población indígena asciende a más de 700.000 personas que hacen presencia en los diferentes departamentos del país, especialmente en aquellos que tienen una selva tropical húmeda y espesa. A pesar de su aporte a la riqueza cultural nacional, las comunidades indígenas han sido objeto de injusticias y abusos por parte de los actores del conflicto armado que se vive actualmente en territorio colombiano y más en las fronteras con Venezuela.

Aunque los procesos de organización, asentamiento y lucha de los indígenas se remontan a la época de la conquista española, han tomado mayor fuerza y coherencia en los últimos años en los que se ha intensificado la consolidación de organizaciones de diverso orden con objetivos que representan los principios de unidad, cultura, tierra y autonomía.

Uno de las comunidades indígenas de mayor reconocimiento en el país son los Wayúu. El pueblo Wayúu habita la árida península de la Guajira al norte de Colombia y noroeste de Venezuela, sobre el mar Caribe. Esta constituida por 144.003 personas que se distribuyen de manera no uniforme en su territorio tradicional, es decir, la densidad poblacional es mayor en algunas regiones de La Guajira, que en otras.
La distribución demográfica de los Wayúu en la península está íntimamente relacionada con los cambios estacionales; durante la estación seca muchos Wayúu buscan trabajo en Maracaibo o en otras ciudades o pueblos, pero cuando llegan las lluvias un gran número de ellos retorna a sus casas.

La familia lingüística de la lengua Wayuú es la Arawak. Esta lengua presenta algunas diferencias dialectales dependiendo de la zona de habitación (alta, media o baja Guajira), pero son mínimas. Un buen número de Wayúu, sobre todo los jóvenes entiende el español y lo habla con holgura, pero su lengua materna sigue representando para ellos un factor importante de identidad étnica y cultural.


En junio del año pasado, las comunidades del pueblo Wayúu denunciaron una serie de
Señalamientos y amenazas hacia algunas de sus familias por parte de paramilitares.
Desde el año 2002 el pueblo Wayúu ha sufrido ataques por parte de los grupos paramilitares, que según voceros Wayúu siguen operando en Maicao y en La Guajira. Violación y ensañamiento contra las mujeres, secuestros, más de 200 homicidios, desplazamientos masivos y pérdida de bienes son los casos que más afectan a los Wayúu.

El pueblo Wayúu ha sido un pueblo guerrero, y siempre han tratado sus problemas internamente. Su forma de organización social que es el clan matrilineal, endogámico, en donde los parientes se identifican por la línea materna. Una de sus características es el valor que ellos atribuyen a la mujer y a los niños. Para ellos es un código de honor no involucrar las mujeres ni los niños a la guerra, por ardua que esta sea y esto lo han cumplido a cabalidad milenariamente. Por eso lo que a ellos más les duele es que los paramilitares hayan violado sus símbolos de honor. Pese a las quejas y denuncias que las organizaciones indígenas han hecho, sus voces han sido ignoradas y este problema de orden político- social no ha tenido una solución contundente que les asegure su bienestar y extinga los problemas de violencia en sus comunidades.

Para los indígenas Wayúus, tratar de sobrevivir cada día y no dejar morir su cultura es más difícil que para cualquier otra tribu. Desafortunadamente otro de sus problemas más graves es el desarrollo y educación ya que por un lado sufren con el acueducto, que por la densa cantidad de sal que tienen las aguas en la Guajira no les brinda una buena calidad, estos indígenas son los menos favorecidos a la hora de obtener agua potable. El transporte también es pésimo y la educación que les dan es muy pobre, en consecuencia a esto nadie les brinda la oportunidad de laborar ni de tener un trabajo decente y fijo que les de los ingresos suficientes para subsistir y mantener a una familia completa.

A pesar de todas estas cosas podríamos decir que nada de esto es más preocupante que el maltrato físico y psicológico que reciben diariamente los Wayúus por parte de los grupos armados de Colombia, que rompiendo toda norma de seguridad se adentran en sus viviendas a matar, violar a las personas y los derechos de estas mismas, a robar, humillar, insultar y desplazar a las indefensas tribus. Aquí es donde se ve reflejada la falta de conocimiento, educación y de oportunidades de los wayúus, porque ellos no saben cómo reaccionar ante tanta violencia e injusticias, lo cual denota una cierta ignorancia frente a las acciones que deben seguir para hacer valer y respetar sus derechos.

Algunos indígenas prefieren muchas veces ceder a la presión e irse con las guerrillas para así supuestamente obtener “una mejor calidad de vida con más oportunidades”, sin embargo otros indígenas optan por resistir a vincularse con estos grupos alzados en armas, pero sí guardan silencio frente a los maltratos y los abusos por parte de ellos para “no tener problemas”. Muchos otros terminan abandonando sus tierras y sus casas porque son amenazados y como nadie les da trabajo no tienen como irse a otro lugar ni comprar una nueva tierra o una vivienda; es por esto que muchos se quedan mendigando y deambulando por las calles pidiendo limosna porque les asusta y no se sienten preparados para enfrentar una ciudad más avanzada, que no conocen.

Las consecuencias de todo esto son muy graves empezando por la pérdida de esta cultura indígena que la sociedad no aprecia, ni valora y discrimina con gran indiferencia. Son muchos los problemas que aquejan a la población indígena y que aún no se resuelven, pese a la cruda realidad que estas comunidades indígenas atraviesan, la sociedad colombiana y el gobierno no da muestras de interés por ayudar a la situación fronteriza de estos grupos. Una buena solución podría ser que el gobierno, principalmente, desarrolle estrategias para brindarles una seguridad económica, social, política y que satisfaga las necesidades básicas de toda comunidad como son: comida, vivienda, educación y salud. También se podría incentivar la preservación de la multietnicidad de Colombia y de esta cultura, reconociendo su valioso aporte en un centro cultural que muestre la historia, la importancia y el valor de las costumbres Wayúu y se genere conciencia en la sociedad que los rodea para que esta misma no los lleve a la extinción.



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